Somos una organización de interés público creada en Chile en 1983 y constituida jurídicamente en 1992 como Fundación privada sin fines de lucro.
Nuestra historia
En 1982 Naciones Unidas impulsó la Iniciativa Planetaria para el mundo que elegimos, que invitaba a trabajar para superar el riesgo de la guerra nuclear y la destrucción ambiental. Para el año siguiente esta instancia se había puesto en marcha en Chile, bajo el lema “pensar globalmente, actuar localmente”, gracias a la psiquiatra Lola Hoffmann. En este contexto surge nuestra Fundación, bajo el liderazgo de Ximena Abogabir, Sergio Vergara, Gastón Soublette, Delia Vergara y Sara Larraín, entre otros.
Nuestra primera sede, ubicada en el barrio Bellavista, se convirtió en un espacio de convivencia e intercambio para organizaciones sociales y medios de comunicación. Con el retorno de la democracia, nuestro foco de trabajo se reorientó a la educación y el cuidado del medio ambiente. En los ‘90 y ‘00 potenciamos nuestro trabajo en participación ciudadana y fortalecimos alianzas con el sector privado. Finalmente, incorporamos el marco de derechos humanos y empresas a partir de la publicación de los Principios Rectores de Naciones Unidas en 2011.
Nuestro decálogo
- Trayectoria y experiencia. 40 años aportando a construir relaciones sólidas y duraderas para todos los involucrados.
- Comprometidos con la sostenibilidad. Promovemos prácticas social y ambientalmente responsables, con enfoque territorial y de gestión de riesgos.
- Resolución colaborativa de conflictos. Ayudamos a prevenir y resolver conflictos. Actuamos como tercero independiente, facilitando o mediando procesos de diálogo que favorezcan la confianza y la construcción de acuerdos.
- Legitimidad en las decisiones. Habilitamos procesos de toma de decisiones, a través de instancias de participación y consulta ciudadana que encuadren y doten de legitimidad a las decisiones públicas.
- Inclusión y diversidad. Abogamos por la inclusión, diversidad y valoración de perspectivas y culturas diversas. Promovemos la discriminación positiva de los grupos más vulnerables en todas las interacciones.
- Confianza. Promovemos diálogos de buena fe y creamos espacios seguros para la comunicación efectiva entre diferentes grupos.
- Transparencia. Fomentamos la comunicación abierta y honesta, facilitando el acceso a información clave y la comprensión de inquietudes. Ayudamos a compartir información de manera accesible.
- Altos estándares. Nuestras prácticas reconocen, respetan y promueven la implementación de estándares globales en materias socioambientales y de derechos humanos.
- Soluciones personalizadas. Diseñamos enfoques específicos para maximizar el impacto y la eficiencia en cada situación.
- Transferencia de capacidades. Buscamos fortalecer capacidades en las organizaciones para que puedan abordar autónomamente los desafíos de la sustentabilidad.
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